Una de las demostraciones más valiosas de cariño que un niño puede recibir es un viaje. Conocer nuevos lugares, pasar por nuevas y diversas experiencias son circunstancias que, sin duda, contribuirán a la formación del pequeño.
Además, viajar en familia es siempre una buena actividad para todos los miembros, ya que es una oportunidad de socializar con quien se ama. Por ello, a continuación, te damos 3 consejos increíbles para viajar con niños que van a facilitar su vida y hacer que la aventura sea aún mejor.
1. Ahorra en el equipaje
Para viajar con niños, tendrás que aprender a hacer las maletas más prácticas y con menos volumen. Opta por la funcionalidad de las cosas que deseas tener y ahorra en ropa y pertenencias triviales. Probablemente, el niño va a necesitar juguetes o ciertos elementos, como el cochecito, bolso de mano, entre otras cosas que garanticen su bienestar.
El truco aquí es ser selectivo al máximo. Separa todo lo que quieres llevar y después haz cortes hasta llegar a la mitad de la cantidad inicial. Sí, esto es posible. Piensa en lo que cada persona de la familia va a necesitar esencialmente durante el viaje. El resultado final será, con certeza, mucha economía de equipaje.
2. Haz frente a los imprevistos sin estrés
El estrés innecesario es una experiencia que no puede entrar de ninguna manera en un viaje con niños. Este es el momento de disfrutar y estar junto a la familia. Por lo tanto, deja de lado las preocupaciones y los problemas de relación entre personas de la familia.
Pero, obviamente, un viaje (como cualquier otra circunstancia) está sujeta a la ocurrencia de desastres. Un error de la agencia, un retraso en el vuelo, la pérdida de una maleta, algún documento importante que se quedó en casa, por ejemplo, son situaciones capaces de poner en peligro el clima de cualquier jornada.
Trata de resolver el impasse mientras tus hijos están distraídos o simplemente explica la situación de forma clara, pero también optimista. Por lo tanto, no comprometas la expectativa del viaje.
3. Planifica actividades para todo el trayecto
Los niños tienen menos paciencia. No tienen una noción muy clara de duración. Así, cuanto más tiempo tarde el viaje, mayor es la probabilidad de que estén irritados. Sin embargo, pequeñas actitudes tomadas a lo largo del recorrido pueden garantizar que sea una buena experiencia para todos.
Si vas en coche, estudia el trayecto con antelación. Si es en avión, trata de minimizar el tiempo de espera del aeropuerto (haciendo check-in en línea, por ejemplo). El confort de los niños es esencial para hacer un buen viaje.